EMPLAZAMIENTO:

La estación Liceo viene contemplada desde los origenes del proyecto de Müller y Zaragoza aunque su nombre (San José, Boquería, y finalmente Liceo), y su emplazamiento exacto sufrió leves modificaciones. Se encuentra emplazada bajo la Rambla de San José, entre la calle San Pablo (hoy Sant Pau), y la entrada principal al mercado de San José (o Boquería).

CARACTERÍSTICAS:

Liceo no responde a ningúno de los tipos de estación desarrollados por Rubió i Tudurí para el Gran Metropolitano de Barcelona, si no que hay que remitirse a los tipos de estación propuestos por Müller y Zaragoza: “La disposición general de las estaciones es la de estar enterradas, osea bajo el nivel de las calles. Se da el ensanche necesario a la excavación del metropolitano, allí donde se proyectan estas, y se reemplaza la bóveda del túnel, de sección constante, por un techo plano que salva una luz de 12.80 metros, y cuyas condiciones de estabilidad es preciso estudiar. El vano total de los 12.80 metros está dividido en dos partes iguales por medio de una viga longitudinal, a la que llamaremos general, para diferenciarla de las transversales o viguetas” .

El acceso a los andenes se realiza mediante dos vomitorios, uno por andén, abiertos contra el piñón lado culatón (el más alejado del origen de la línea. Desde ambos vomitorios parten sendas escaleras que desembocan directamente a la calle, no existiendo posibilidad ninguna de efectuar cambio de andén, aspecto que no debía preocupar a la compañía ya que Liceo estaba llamada a ser final de línea durante largo tiempo.

La longitud de sus andenes son, 70 metros para el andén de la vía 1 (o descendente), y 78 para la vía 2 (o ascendente), y están situados a tan solo 6 metros de profundidad respecto a la calzada. En los extremos más alejados al origen de la línea se practicó un ensanchamiento en ambos andenes a modo de vestíbulos, en los que se situaron tanto los despachos de billetes como la cabina del Jefe de Estación.

ORNAMENTACIÓN:

Liceo sigue el patrón establecido de revestimiento cerámico en muros, bóvedas (bovedillas en este caso), y baldosa hexagonal para el pavimento, no ornamentándose en este caso los piñones dada la estructura peculiar de la estación.

ACCESOS:

Se dotó a Liceo de dos accesos, uno por andén, que desembocan en el Llano de la Boquería, estando sujetos ambos a las condiciones impuestas por el ayuntamiento:

" Primera.—La arista del peldaño superior se situará para el acceso del lado del arroyo ascendente a seis metros del bordillo que limita el burladero o plazoleta del Llano de la Boquería por la parte de la calle de San Pablo y para el contiguo al arroyo descendente a once metros del bordillo del lado de la calle del Hospital.

Segunda.- La barandilla contigua al arroyo descendente se prolongará dos metros más allá de la arista del peldaño superior, dándole una ligera curvatura hacia el paseo que impida a los viajeros que salgan del subterráneo invadir bruscamente el arroyo de espaldas a la circulación de éste.

Tercero.—Las barandillas serán de hierro y precisará la aprobación de su dibujo por el Ayuntamiento así como de los postes de alumbrado y de todas las demás partes del acceso visibles desde el exterior, recomendándose la instalación de relojes.

Cuarta.—El punto más saliente de la barandilla distará a lo menos cincuenta centímetros de la vertical de la arista del bordillo que limita el paseo de peatones".

El conjunto exterior aprobado consistió en:

Un zócalo de piedra con molduras recorriendo todo el perímetro del cerramiento.

Un trabajo de fundición a base de módulos para todo el cerramiento, a modo de barandilla, cuya decoración son motivos geométricos, siendo visible en cada uno de ellos, en lugar preferencial, el emblema de la compañía (siglas G.M.B solapadas entre si), y cuyo pasamanos se remata en latón. Para la cabecera, al ser el acceso más estrecho de lo normal, se adaptó el diseño tipo por uno ligeramente más estrecho para los flancos.

El cerramiento de fundición se interrumpe, y consolida, cada 3 módulos, por un basamento pétreo con cornisas y molduras, quedando rematados los elementos extremos por un bolardo del mismo material que, si bien se prolongó 1 solo metro por el lado del arroyo para evitar accidentes, no se le dotó de la ligera curvatura prescrita.

En la cabecera del conjunto, y como remate ornamental, aparecen dos pináculos de fundición cuya misión es la de soportar el rótulo luminoso que anuncia la existéncia del Metropolitano mediante el texto G.Metro. Rematando los pináculos aparece de nuevo el emblema de la compañía.

Se ignoró la recomendación referente a la instalación de relojes.



 

 

 

 

 

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